Te recordará la dulzura de tu infancia. Este osito acogedor, tierno y dulce como los caramelos de malvavisco, inspira un deseo fuerte de abrazarle.
Su mirada engatusadora y su boca golosa, te conquistaran. Conquistar a un hombre Tauro no es tan facil. ¿Cómo seducir a este ser sensual hasta el tuétano? Seducir a un Tauro no es muy complicado. Le gusta el amor.
Cómo es el el hombre Tauro: características
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La sensualidad la irradia por todo su ser. La primera cita es importante para la continuación de tu historia. Ponle la miel en los labios. Disponte a jugar sin belleza superficial, con un encanto auténtico. Saca partido de tus defectos, procura no camuflarlos, no engañes a un Tauro. No olvides un perfume suave, que acabará de seducirle, a él que disfruta de todos los placeres de la vida sin moderación.
Continúa gozando de sus favores, de los que no es avaro, y no alteres sus costumbres. El ideal es organizar un horario. Sabe estar disponible para la gente que quiere aunque sus días estén sobrecargados de trabajo. Necesita demasiado la presencia y el contacto físico de su chica. Viril pero no machista, su sensibilidad le permite comprenderte más de lo que te imaginas. Jamás le hieras, es muy rencoroso.
¿Qué tipo de mujer le gusta a un hombre tauro?
Si planeas vivir bajo su mismo techo, debes saber que sus gustos son muy firmes. Le gusta lo bello, lo verdadero, los objetos valiosos, la comodidad y la buena comida. Toma cursos de cocina, su gran apetito es insaciable, en todos los campos. Habrá que esperar, tener paciencia, esperar antes de llegar a lo “importante de un tema”, ya que tiende a eternizarse con los preliminares.
Compartir la vida de un Tauro es muy agradable y se resume en tres palabras: lujo, calma y voluptuosidad.
Cómo enamorar a un hombre tauro para siempre
Su comportamiento amoroso
Gustándole la vida, también le gusta el amor. Sensual, no se equivoca al ofrecerle a una mujer todo el placer que espera. Lo hará con fervor, eficacia y gratitud. El amor ocupa un gran sitio en su vida.
En su juventud, mariposea un poco, con una avidez y una curiosidad insaciables y luego, un día, se decide a fundar un hogar y es por ello que elige con atención, sin prisa inútil, sopesa ventajas e inconvenientes, luego toma su decisión, si hay obstáculos los derriba. Su mujer, sus niños, son sagrados a sus ojos.
Verdaderamente trabaja para buscar tu felicidad y piensa en ser correspondido. Superará su egoísmo, ayudará, trabajará con coraje, procurará hacerle a su mujer una vida muy agradable. A cambio le pedirá que siempre le sea fiel.
¿Qué le gusta a un tauro en el amor?
Todo por la duración y la estabilidad, ese podría ser el objetivo del nativo de Tauro. Profundamente hostil hacia lo efímero y superficial, este hombre tenaz y perseverante, construye su felicidad paso a paso, día tras día.
Realista, lúcido, desconfiado también, sabe muy bien tener en cuenta algunas cosas y da importancia sólo a los verdaderos valores. Si tratas de engañarle con falsas apariencias, te dará la espalda.
Para que su unión sea sostenible, debe ser autentica la calidad de su relación. Además, con el buen sentido que le caracteriza, procura ser siempre útil. Quiere poder protegerte y hacerte sacar provecho de tu experiencia. Tiene ganas de sentirse indispensable. Si por casualidad intentas ser independiente, no saldrá bien.
Acuérdate, también, que la sensualidad desempeña un papel importante para este voluptuoso, este carnal. Si no existe una armonía profunda y física entre los dos, los problemas importantes aterrizarán tarde o temprano en la pareja. Ya que es extremadamente posesivo, ten cuidado de no reforzar su deseo de ejercer un poder muy grande sobre sus allegados. Si quieres descubrir cómo es un Tauro enfurecido, dale celos.
Te pedirá que te ocupes bien de sus niños, le alimentes decentemente y tengas en cuenta sus gustos. Tiene buen carácter, discreto, animador, hablador en sus momentos de euforia, sobre todo cuando está en la mesa en buena compañía y el vino abunda. Cuando está de mal humor o pone mala cara, es difícil contentarle. Más vale esperar a que se le pase y para ganar tiempo, dar tú el primer paso en el momento en el que comience a relajarse.
