Un gran experto del arte de la seducción nos enseñara su técnica para enamorar y conquistar a una mujer. Verdadero Don Juan, nos regala sus secretos para que te conviertas en otro Don Juan.

Cómo enamorar a una mujer

Como conquistar a una mujerAntes de todo debes saber que aunque las mujeres son sensibles a la belleza, este aspecto no es determinante para ellas.

Cual quiera que sea tu apariencia física, podrás conseguir gustar hasta a aquellas que consideras inaccesibles.

La primera ley para conquistar a una mujer

La primera ley cuyo conocimiento debes tener, y de la que todas las demás emanan, es la siguiente: deberás tener confianza total en ti.

Para una mujer, un hombre seguro de él mismo es un imán y un poderoso afrodisíaco. Una mujer raramente se siente atraída por el que expresa dudas o el que parece vacilante. Necesita certezas y una fuerza tranquilizadora.

Enunciaremos la primera de todas las reglas: tener seguridad en ti mismo.

Para algunos podrá parecer difícil de realizar, sin embargo, es esencial, crucial, determinante. Esfuérzate por parecer seguro. Jamás diremos bastante hasta qué punto, nuestra mirada sobre el mundo, puede cambiarlo.

La seguridad atrae el éxito como un imán irresistible.
Debes actuar con seguridad. La mujer es curiosa por naturaleza. Es a ti a quien incumbe alimentar su interés para conducirle a tu elección. Veremos esto la vez próxima. Por ahora, aprende y pon en práctica esta primera lección.

Tips para conquistar a una mujer

Cómo conquistar a una mujerLa curiosidad es la antecámara del deseo. Hace falta que tu persona y tu personalidad estén veladas y enmascaradas hábilmente por una gasa de extrañeza.

Eres portador de un secreto, por lo menos es lo que debes hacer creer. Únete a otros, habla, no te quedes aparte y no reveles quién verdaderamente eres. No cuentes tu vida.

Habla de ti lo menos posible. Acentúa tus zonas de sombra, sin ser desconfiado. Sé inasequible. Ofrece los menores conocimientos en lo que a ti concierne. Hace falta que la chica que te gusta desee conocerte.

Cuida tu postura, estudia tus maneras, ejercita tu voz, calcula tus gestos, trabaja tus posturas, crea tu propio misterio. Pasa una mano descuidadamente por tus cabellos. Las inflexiones calculadas de tu voz, un movimiento sutil con la cabeza. Todo debe alimentar sabiamente el arte del amor.

Esta etapa puede parecerte irrisoria, ridícula o redundante, pero es muy importante. Teje paciente, y meticulosamente, tu tela amorosa.

Es el amor mismo el que atraerá a la guapa que esperas cautivar, no tú realmente. Es una imagen, espejismo, magia la que opera. Aprende de qué encantamientos debes servirte.

Enunciaremos así la segunda ley: sé misterioso.

Consejos para conquistar a una mujer

Cómo conquistar a un mujerHas podido llegar a despertar su curiosidad pero no su deseo. Para esa criatura encantadora, no eres más que un desconocido o un amigo. Suscitas su interés y su atención. La fuerza latente, la seguridad que irradias, le intrigarán y encantarán.

Debe permanecer allí, cautiva. Precisemos este pensamiento simple aunque profundo: una mujer quiere sentirse existir a través de la mirada del otro.

Ofrécele lo que pide: halágale un poco, juega, mírale con codicia. Fabrica una complicidad ligera y ficticia con el fin de que crea que las dos almas se encontraron.

No le hagas ningún regalo por el momento. Es demasiado temprano. Correrías peligro no sólo de comprometer la continuación de tu plan sino de estropearlo todo. Lo peor: actuando de este modo podrías darle a entender a la chica que estás enamorado de ella.

Esto sería catastrófico para tus intenciones. En efecto, a riesgo de sorprenderte, debes saber que una mujer no quiere sobre todo un enamorado. Quiere un amante. La diferencia es considerable. Desea existir, vivir e intensamente gustar. Es a ti a quien incumbe conseguirlo.

Hablamos aquí del juego de la seducción y de nada más. Haz crecer en ella cada día más la planta del amor pero guardándote de hacerle creer que compartes ese sentimiento. Enunciaremos así el tercer precepto:
No te muestres enamorado ni en apariencia, ni en realidad.

Cómo enamorar a una mujer: no parecer enamorado

Cómo enamorar a una mujerUna mujer es siempre sensible a las atenciones que suscita. Esto le halaga. He aquí una paradoja deliciosa de la que debes saber sacar provecho: cuanto más bella es, menos se fía de su belleza.

Cuanto más bella es, más lo ignora o finge ignorarlo. Cualesquiera que sean tus gestos o tus miradas, no deben demostrar molestia ni confusión. Sé audaz sin ser vulgar. Halágale un poco pero sin ser adulador. Excítale con mil y una caricias invisibles.

La seguridad que emana de ti es una promesa de voluptuosidades nuevas, de éxtasis inéditos, de embriagueces infinitas de los sentidos. En efecto, no debes perder de vista tu fin, no debes eludir la dimensión sexual del proyecto.


Hacerla totalmente tuya

Ya te expliqué anteriormente la importancia capital de adoptar una actitud conquistadora, aunque sin ostentación.

Hasta las jóvenes chicas inexpertas en los juegos de amor, perciben con agudeza la confianza en sí mismo del varón que prefigura su potencia sexual.

Deberás hacerte indispensable para la existencia de la chica. Debes ocupar sus pensamientos sin interrupción, animar sus sueños, obsesionarse contigo. Debes ser el veneno y el antídoto.

Debes penetrar en su intimidad. No te apiades: ella misma confeccionó su jaula, elaboró el filtro amoroso.

Esta etapa es la de la evaluación. Debes saber si tus estratagemas actuaron con eficacia.

«Azar» es la palabra que rueda en la boca de los tontos y de los ignorantes. Crea tú mismo este momento «arriesgado». Surges delante de ella cuando no lo esperaba: obsérvale muy atentamente lo que todo su cuerpo, su ser y su alma dicen sobre ti. Escudriña sus reacciones.

¿Parece asombrada, sorprendida, confusa, indiferente, sonríe, enrojece? ¿Su mirada es huildiza, neutra, provocante? Escudríñala. No prestes atención a las palabras que pronuncia sino el modo en que las pronuncia.  Jamás olvides que prendarse es colgarse y perderse

¿Se turba en tu presencia? Bien. Manipula, juega, halaga, bromea. Saborea el poder que tiene sobre ella cada una de tus miradas, cada una de tus palabras, cada una de tus sonrisas. ¿Está balbuceante, enrojecida? Muy bien. Está a punto de ceder.

Si te prestas al arte sutil y versátil de la seducción, tendrás posiblemente la impresión de que el primer éxito tarda, pero te dará una seguridad que no será necesario fingir más tarde.

La cuarta etapa es la de la evaluación de la eficacia de los juegos amorosos.


Conquistar

La boca de la mujer es una parte íntima de su anatomía que tú ansías. Las mujeres comprendieron, desde hace muchísimo tiempo, lo que podían sacar de ahí.

Las mujeres saben perfectamente que los labios de su cara evocan otros más íntimos. Observarás con atención el modo en el que una mujer pinta su boca con el fin de conocer su experiencia amorosa, sus intenciones y sus aspiraciones.

Una mujer comunica mucho con su apariencia y el cuidado que aporta a su postura. Para el que sabe leer este código, toda mujer es un libro abierto que es fácil de hojear, recorrer, deshojar. Las ropas, el peinado, el maquillaje, las joyas que le adornan, los zapatos que lleva, todo revela lo que es verdaderamente esta mujer que quiere ser enamorada.


El hombre es de una naturaleza intrínsecamente pornográfica, mientras que la mujer es erotismo puro

Como enamorar a una mujerEn la relación que elaboras, privilegiarás los lugares de descanso y de fiesta. Habrá una invitación inevitable al restaurante o al cine.

No hay que escoger la película con demasiada ligereza. La decisión tiene implicaciones que pueden revelarse importantes. No escogerás una película  que ensombrezca inútilmente el momento en el que deseas seducir. Ninguna  película demasiado viril, con tiroteos y explosiones.

Hay que crear también una atmósfera íntima. Evitarás las comedias simples.

La risa descansa el cuerpo, libera el proceso químico del placer. Al mismo tiempo, esta risa es un asentimiento. Si ella se ríe es porque psicológica, física y amorosamente, se abre.

Sus barreras caen, su moderación se difumina. La risa es una prefiguración erótica. Por ahora acepta la risa. El presagio es bueno. Si sabes y puedes hacerle reír, tanto mejor. En caso contrario, no tiene ninguna importancia. No se trata de procurar hacerle reír a cada momento.

Primeramente, es preferible que esta risa provenga del exterior porque si no perderías la parte de misterio que elaboraste y que es indispensable para la realización de tu plan, para el éxito total de tu empresa. Una mujer quiere ser encantada por una imagen idealizada. No busca  una persona que le entretenga o un payaso. No deseamos un payaso. Es un buen amigo, un confidente, nada más. Entonces, tú, jamás serás un buen amigo.

No pasamos al compañerismo, a la amistad, al amor. Podemos retroceder del amor a la amistad simple.

Deberás mostrarte como una compañía encantadora en el cine. Es un lugar propicio a la relación amorosa. La atmósfera mágica del séptimo arte y la semioscuridad, servirán a tus intenciones. Tu elección puede ser una comedia romántica. Nos reiremos pero sin perder de vista que se trata del bosquejo de una relación amorosa: la vista del amor suscita las ganas de gustar.

Cuántas uniones se forman con ocasión de un matrimonio. Una comedia romántica es lo ideal, es el espectáculo más apropiado para esta circunstancia. No descuides una información que puede parecer superflua: la duración de la película.

Cuanto más larga sea la película, más tiempo podrás pasar en su compañía.

Evita las películas ruidosas con efectos especiales espectaculares. Enunciaremos así la quinta ley: hace falta que se ría sin que esto te implique personalmente.Cómo enamorar a una mujer: lo que no hay que hacer

Cómo enamorar a un mujerNo olvides esta evidencia: no seas demasiado demostrativo, demasiado conquistador, demasiado urgente. La chica puede asustarse pronto. Juega a la moderación, al pudor (falso), si es necesario. No corras demasiado rápidamente aunque sientes a la chica preparada para ceder. No adelantes demasiado el juego. Perderías el placer de la conquista, el perfume embriagador que te conduce inevitablemente al triunfo.

No se trata tampoco de dedicar demasiado tiempo a una conquista eventual sino a adoptar una lentitud calculada. Te debes tomar tu tiempo, no precipitar los acontecimientos. Creerá que la relación es seria y dejará más fácilmente las armas.

Aunque una mujer acepte una relación ligera y efímera, se negará a admitirlo. Aunque no crea en el gran amor, no querrá una relación que queme etapas. Hace falta que crea que es un compromiso sólido, fiable y sostenible.
No recurras a los subterfugios odiosos con la promesa de matrimonio o amor eterno.

Trabaja a tu ritmo de conquista amorosa y verás que cada chica tiene el suyo, que deberás descubrir para influir sobre ella, a tu modo.
Sé sensible al ritmo de la relación. Haz creer que todo tiene importancia. La seriedad no concuerda en absoluto con la precipitación.

La sexta ley es: gracias al control del ritmo del juego amoroso, haz creerle a la mujer deseada que la relación contigo es seria.

La «prueba de amor»

Algunas mujeres sueñan, desde antes de su pubertad, con el príncipe azul. Soñará con él durante toda su vida. Le espera. No es tonta en absoluto pero idealiza el amor, lo sacraliza. En realidad la causa es más vil: quiere que su conquista celebre su belleza y su dignidad. Hasta las mujeres en su casa tienen esta debilidad.

La mujer está como programada para la espera del que quiere y desea.

La mujer es irremediablemente romántica. Quiere este sueño despierto, esta embriaguez imaginaria de los sentimientos y de los sentidos, este vértigo del corazón y del cuerpo. Cree en ello. Es así. Y, muy afortunadamente para ti, hasta después de roturas, lágrimas y gritos, continuará creyendo y confiando.

Saber lo que quiere la mujer

La mujer crée en el gran amor. Saca provecho de esta situación.

De ahí emana, entre otras cosas, que la mujer cree en las «pruebas de amor». Mejor que creer, se alimenta de eso. Lo necesita, aunque raramente lo solicitará.
Para la mujer, la prueba de amor es esencial.

Es por eso que podemos mentir a una mujer y engañarle mucho tiempo sin que lo perciba ni sospeche, pero con la condición de que le des pruebas de amor que aticen el fuego ilusorio de los sentimientos.

La mujer necesita palabras, gestos y atenciones que alimenten la seguridad de su sentimiento amoroso.
Debes aceptar jugar este juego, pero no demasiado, porque atraerías sospechas hacia tus motivaciones afectivas que deben quedar selladas. Un collar de oro, un anillo o cualquier joya, valdrán ante sus ojos. También el resto de tu conducta.

Hay que reconocer esto: la mujer no es materialista en el amor. Lo que espera no es oro. Su corazón no tiene precio. Dale pruebas de tu afecto. Ofrécele «pruebas de amor».

Todo vale: palabras, regalos, atenciones, todos tendrán a sus ojos el mismo valor. Sorpréndele siempre, sin cesar, jamás aflojes tus esfuerzos en este campo. Cada instante contigo debe ser una fiesta imprevisible. Contigo todo debe parecer posible.

Tu regalo será inesperado. No pensaba en ello y le ofreces flores. Estará encantada.

Enunciaremos así la estrategia que debes poner en ejecución: preséntale, bajo todas las formas posibles, las ilustraciones ilusorias del sentimiento que en ti espera. Jamás seas ávaro en «pruebas de amor». Acaricíale con palabras engatusadoras y helagüeñas. Hazle regalos. Sé galante, atento, generoso, pero siempre mantén la distancia necesaria para tu fin.

No des pasos en falso, evalúa tus sentimientos.

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