Soy tímida, pero me defiendo

TímidaDespués de la película: «soy tímido, pero me defiendo», todo el mundo creyó que era fácil superar la timidez.

A veces se  ponen en tratamiento psicógico personas que no están enfermas, lo único que necesitan es confianza en sí mismos.

¿La timidez, de dónde viene?

La timidez puede ser innata, genética o adquirida, dependiendo de nuestra educación. Hablamos de educación porque es en la faceta en la que mejor se puede actuar. Cuando se es tímido normalmente  es debido a la educación y a los allegados.

Cuando los padres son muy severos y no escuchan a su niño, le están empujando hacia la timidez. Otros factor negativo que se puede dar es el de llamarle demasiado la atención cuando hace travesuras, creándole un trauma que le enganchará a la tímida.

Si los padres no están cerca del niño cuando él les necesita, puede ser otro medio para alcanzar el fracaso.

¿Como dejar de ser tímida?

El mejor medio de superar la timidez pasa por la «reafirmación de uno mismo». Es un trabajo que no se puede llevar a solas frente al espejo. No debes quedarte tumbado en el sofá esperando salir de ello. Podemos seguir, por ejemplo, psicoterapias de grupo, donde esteremos con gente que comparte las mismas dificultades.

¿Cómo dejar de ser tímida con los hombres?

TimidaNo damos prueba de una seguridad inquebrantable, no encontramos las palabras adecuadas a tiempo, no dominamos ni el guiño ni el golpeteo de pestañas y enrojecemos al menor cumplido.

¿Qué hacer cuando se tienen ganas de gustar pero la timidez nos paraliza? ¿Esperar que se nos acerque o intentar atraerle a nuestras redes. El arte de gustar debe practicarse con sinceridad y sin hacer demasiado ruido. Basta con mostrar, lo mejor posible, nuestra verdadera naturaleza.

Quiero tener novio pero soy tímida

Pon en una lista tus defectos físicos y morales y pregúntales a algunos de tus amigos qué les gusta de ti y qué no les gusta.
Compara su lista con la tuya y examina las diferencias. Tendrás así una idea de la manera en la que otros te perciben.

Asume tus defectos y gíralos de manera positiva. El fin es sobre todo descubrir en ti cualidades que no veías al principio y en las que podrás apoyarte para seducir.

Conocer y admitir tus defectos te hará más atractiva a los ojos del otro, evitando esconderlos y hablando de ellos con humor.

Olvida la perfección

Cada persona tiene sus propias debilidades, nadie es perfecto.
Antes de querer enamorar a otra persona hay que demostrarle que tú mismo te quieres. Piensa que el otro también tiene defectos.

Una de las cualidades esenciales de los tímidos es su capacidad de escucha. En seducción, la complicidad es un elemento capital. Juega al juego de escuchar, luego orienta la conversación con arreglo a lo que te interese del otro, tratando de encontrar puntos comunes.

En el momento del primer contacto, en el momento de la primera cita, consigue suscitar la curiosidad del otro despertando su interés.

En el momento de los primeros contactos puedes, progresiva y naturalmente, darle al otro una visión de conjunto de lo que más te gusta en la vida. También deberás hablar de tus verdaderos valores, por ejemplo: la libertad, el amor por la naturaleza, el respeto a los otros…

El arte de querer dar el primer paso

Dar al otro el sentimiento de que le escogimos

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Dar el primer paso se revela más difícil de lo que podemos creer. Todo el mundo tiene miedo  a esto.
Atreverse es perderse un instante, pero no hacerlo es perderse de verdad. El miedo desaparece cuando entras en acción, así que lánzate, reflexionarás más tarde.

Una de las astucias de la seducción es adaptar tus palabras y tu actitud para que la persona se sienta única y halagada.

Por ejemplo, si te aburres una tarde y ves que una persona se va, puedes ir a hablarle diciéndole, en tono suave, que tú también te aburres, creando así una forma de complicidad y entablando una conversación con naturalidad que os permitirá conoceros.

Desarrolla un estilo personal

La segunda astucia es desarrollar tu estilo, hacemos lo que podemos con lo que tenemos.

Deberás desarrollar un estilo personal con el que te sientas a gusto. Sigue tu intuición y escoge para tu guardarropa ropas que te den confianza. No se trata de disfrazarte dando una imagen que no te corresponde.

El arte de empezar la conversación cuando eres tímida

La mirada

¿Cómo abordar a un desconocido cuando la timidez te paraliza? Da por sentado que no estás obligada a hablar en seguida. Déjale venir. Comienza con una toma de contacto visual.

Tu mirada debe ser abierta, calurosa, mostrando interés y acompañada de una sonrisa. La respuesta que la otra persona dé, a esta tentativa de contacto, te dirá mucho de él así que estete atento a sus reacciones. Si son positivas continua utilizando este lenguaje no verbal. Decimos mucho con la mirada aunque te sientes tímida.

Si no logras sostener la mirada del otro puede ser porque concedes una importancia demasiado grande a la persona que tienes  frente a ti, así que métete en la cabeza que no vale más que tú, que no es superior a ti.

El sujeto anónimo que provoca el momento deseado

No se puede saber de antemano qué decirle a una persona que no se conoce, es preferible comenzar a hablar en tono suave porque esta persona puede ser la mujer o el hombre de tu vida y sentirías no haberlo intentado por temor al ridículo.

Sin caer en: «vives en casa de tus padres» o «tienes bellos ojos», podemos decirle un pequeño «hola «, algo simple.

Para que esto «cuaje», plantea cuestiones abiertas que podrían incitar al otro a dar su opinión. Aunque te sientas torpe en el arte de la seducción, lánzete.

Pídele al otro su opinión, él se sentirá halagado y tendrá ganas de hablar. Recuerda que los tímidos tienen la ventaja de tener una cualidad: saben escuchar y no monopolizan la conversación.

Debes ver tu timidez como parte integral de tu encanto. A menudo te verán como una persona que escucha, que puede comprender y tendrán ganas de acercarse a ti. Todo es saber controlar el momento que puede paralizarte.

Inténtalo tan pronto como la ocasión se presente y no olvides que la seducción es también un juego sin cálculo ni estrategia, simplemente hecho para gustar. Te verás con una ventaja: numerosos hombres adoran el misterio y juzgan el exceso de confianza de ciertas mujeres atrevidas con el rechazo. Aprovecha.

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