Cómo vivir la separación de tu pareja
Una ruptura amorosa es siempre difícil de llevar porque nos sumerge en el desconcierto y la pena. Además de encontrarte solo, se despiertan viejas heridas no cicatrizadas. Se reviven, por segunda vez, abandonos siempre difíciles de superar.
Añadido a este sentimiento de vacío, aparece la culpabilidad:
– «No tendría que haberme comportado así».
– «No debería haberme puesto nervioso por tan poco».
– «Si me hubiera ocupado mejor de él, la separación no habría tenido lugar».
Los errores han sido cometidos por los dos. Tú no eres el único responsable.
Deja de culparte.
Encontrar el coraje de cuidar y curar las heridas después de una ruptura, es un camino difícil, sembrado de trampas. Cinco etapas deberás seguir para conseguir una reconstrucción eficaz.
Cinco etapas a afrontar después de una ruptura amorosa
No te sientes bien, no tienes ganas de nada y, sin embargo, la vida continúa.
¿ Cómo encontrar alivio cuando la pena están grande?
¿ Cómo superar una ruptura amorosa?
Aceptar la realidad de la separación
Según Jean Garneau, psicólogo, es primordial renunciar firmemente a la relación «difunta» y evitar el reflejo de negativa de la realidad. Estas reacciones tienen la consecuencia lastimosa de perpetuar el duelo.
Vivir tu pena y dejarla salir
Otorgarte el derecho a llorar y expresar libremente tu dolor, permite expiar la pena. Una pena retenida provocará dificultades para abrirse a otra persona y comenzar otra relación.
Desatar tu afecto
Deberás tomarte un tiempo para perder los lazos de afecto, en la medida de lo posible sin odio y sin reproches, para transformarlos luego en recuerdos.
Darte un tiempo de convalecencia
La pena ocasionada por la pérdida del ser querido, a menudo, se mezcla con la cólera por sentirse abandonado. Al cabo de días o semanas, el dolor se difuminará dejando sitio a un sentimiento de nostalgia mucho más soportable. Hay que procurar que el tiempo necesario sea proporcional a la intensidad de la experiencia vivida con la otra persona.
Estar disponible para otras relaciones
Si las necesidades de amor quedan colgadas de la persona desaparecida, no podrán ser satisfechas por nuevos encuentros y no conseguiremos la felicidad. Hay que darse cuenta que se puede encontrar consuelo y ternura alrededor. Estar disponible es una fase esencial de la reconstrucción. Es ella quien permitirá transformar el duelo en una etapa de crecimiento.
¿Hay que ir a consultar a un profesional de la salud?
Vuelves a recordar los buenos momentos compartidos con tu antiguo cónyuge. La culpabilidad se agarra de nuevo a tu vida. ¿Hace falta l ir a consultar a un psicólogo, un terapeuta?
– Sí, si te quedas bloqueado en el camino del duelo.
– Sí, si el duelo se vuelve interminable, signo que la relación era casi vital para ti. Su fin te sumergió en una crisis cuyas ramificaciones sobrepasan a las de una historia simple de amor y tocan al conjunto del equilibrio psíquico.
– Sí, si la relación perdida servía para evitar hacer frente a realidades fundamentales. Se trata de rematar una crisis existencial, lo que será difícil hacer sin la ayuda de un profesional.
Cómo superar una ruptura: cinco reacciones que hay que evitar
– Practicar el culto al «desaparecido». Dedicarse a la memoria de la persona desaparecida es evitar aceptar el desafío de construirse una nueva vida. Un avasallamiento voluntario.
– Continuar la relación más allá del fin. Imaginar que la relación continúa practicando una interpretación excesiva de los acontecimientos y hasta de los no acontecimientos. Atribuir, por ejemplo, un significado alentador a todas las acciones observables del otro, su silencio, sus ausencias, etc. El fantasma sirve para mantener la ilusión de una relación.
– Mantener lazos por los problemas. Es el caso de una separación que impone contactos con la otra persona después de la separación (niños o medio de trabajo común). Esta reacción implica la esperanza de reconquistar al antiguo amor y, también, mantener un cierto poder sobre él. El resultado: mantener una relación en la que la frustración y el resentimiento son las principales emociones vividas por el uno y por el otro.
– Limitarle nuestra felicidad a una persona en particular. Hacer la amalgama entre la persona ausente y nuestra necesidad de amor, vuelve a estos dos elementos indisociables e implica que nuestras necesidades no podrá ser satisfechas ya que él o ella se fue.
– Utilizar a la técnica de la desestimación. Rechazar o criticar al que se fue equivale a negar esta antigua relación en su totalidad y todo lo bueno y bello que haya habido en ella. Denigrar las cualidades del otro es, también, renegar de las necesidades que fueron satisfechas en la relación.
¿Zambullirse inmediatamente en otra relación?
«El modo de olvidarle es sumergirme en otra relación amorosa…». Una solución optimista para algunos pero un poco simplista, en el fondo. No es tan fácil enamorarse después de una relación feliz.
Dos casos:
– Si la relación era poco importante. Si se logra encontrar otro medio de obtener las mismas satisfacciones que nos aportaba la relación perdida, la renuncia, el trabajo de duelo no será necesario ya.
– Si la relación era importante se habrá perdido, con esta ruptura, más que un medio de satisfacción: un conjunto de costumbres de vida y un equilibrio vivido en común. En este caso, «pasar a otra cosa» demasiado rápidamente no es, siempre, un método eficaz para salir de un duelo.
¿ Cómo superar una ruptura y administrar tu celibato?
Estás solo. Después de meses de tensión, disputas, palabras ofensivas y silencios demasiado pesados cerraste la puerta detrás de él (ella). Un nuevo episodio de tu vida comienza. Para algunos se presenta con un suspiro de alivio, para otros con lágrimas.
Pero, en todos los casos, deberás hacer frente al futuro. Un futuro en el que no sabes cómo pensar acostumbrado a reflexionar para dos.
El desorden de los sentimientos después de la ruptura
«Creí que jamás sacaría mi pena de amor”, exclama Valentina que cree que ella sola acumuló todo lo que no se debe hacer cuando acababa de separarse. Hasta le propuso a su ex marido todo tipo de compromisos para repetir la vida en común, mientras que él vivía desde hacía un año con otra mujer.
Después de una separacion vivimos un desorden increíble de los sentimientos. Les sucede a los dos pero más a la persona que fue abandonada o que no tomó la decisión de separarse.
Pasamos por una multitud de comportamientos y de artimañas que tienen por objeto final el permitirnos desprendernos del otro, digerir nuestra pena y, despacio, tomar el camino de la curación. Una pena de amor no se cura en dos meses. Hablamos, más bien, de un mínimo de uno o tres años.
Esto puede parecer mucho, pero es el tiempo necesario para recobrar el equilibrio. «Al principio, prosigue Valentina, me aturdía. Salía con mis amigas solteras, nos acostábamos tarde, pasábamos fines de semana de juerga. Después de meses de tormenta, me sentía bien. Luego, conocí un largo período de soledad. Sólo quería ver a mi mejor amiga y a mi familia».
Cuando el ex vagabundea alrededor de ti
Cuando se vive una pena de amor, la melancolía no está muy lejos. Así, los aniversarios (el nuestro, el suyo, las cenas de amigos o de familia) nos dan melancolía.
¿Y, qué decir sobre esos paseos solitarios en la casa, esas comidas a solas con uno mismo o con la televisión?
Llega a ser tan insoportable que acabas por hacer cosas extrañas. «Una tarde ya no podía más, quería verle de nuevo y fui a los lugares que frecuentábamos juntos. Pregunté por él a sus amigos. Me dijeron que no estaba solo. Me sentí mal».
En el complejo campo de los sentimientos amorosos es difícil decir lo que es bueno o no, para el uno o para el otro. Ciertos ex cónyuges van a tratarse y a tener, si llega el caso, relaciones sexuales. Cuando se es vulnerable hay riesgo de tener una recaída después de haberse ilusionado, un tiempo. En cambio, para otros, estas últimas horas en común vendrán a confirmar lo bueno de su separación.
Curarse para estar mejor y superar su ruptura amorosa
Que lo hayas querido o no, no evitará las emociones. Sentir cólera forma parte del proceso de duelo. Los terapeutas recomiendan verbalizar lo más posible la situación. Tanto peor si tienes la impresión de aburrir a tus amigos. Es mucho más grave negar tus emociones y decir que todo está bien cuando no es verdad.
Esto te roe el corazón. Para salir de ello, algunas personas van a escoger un psicólogo. Todos los medios son buenos. Están, también, los que cortan definitivamente los puentes cambiando de ciudad y número de teléfono.
Pero, si eres de los que detestan los grandes cambios, trata de seguir el mismo género de existencia. Te sentirás menos perdido si tienes el mismo trabajo, el mismo ocio o el mismo lugar de vida. Date el derecho de cometer errores y, si es posible, toma decisiones a corto plazo.
A veces, hay que conformarse con la piedad gentil de la familia y los amigos que, entristecidos por tu suerte, deciden presentarte a un soltero encantador. Es agradable, pero si eso te irrita diles que no tiene prisa. El miedo a la soledad puede conducir a comenzar, prematuramente, una nueva relación amorosa. No caigas en esa trampa. Piensa en ti mismo. Ponte de acuerdo con el tiempo que necesitas para curarte y, un día, estarás listo para un nuevo amor.
