Amar demasiado: Cuando es depender

¿Se puede amar demasiado?

Se esperan de una relación muchas cosas, tanto del lado de la complicidad, confianza, sexualidad. A veces se ofrece mucho en las relaciones (la cantidad no dice nada de la calidad) y, a veces, las cosas salen mal.
¿El amor tiene una dosis justa?

¿El amor, un fenómeno fiable?

Sería extraño, a priori, determinar cantidad en el amor

· Todo el mundo no tiene la misma definición de la palabra “amor”. Para algunos es la fuerza de las emociones, para otros el bienestar y la apreciación del otro.
· El amor no es lineal. Pienso que me siento mucho más enamorada de un hombre después de una tarde de sexo, que a la salida del trabajo y agotada.
· La duración de la relación hace evolucionar el sentimiento. Exactamente, no experimento lo mismo al principio de una relación que después de algunos años juntos. Sin embargo, no sabría decir cuál de los sentimientos es el más fuerte o verdadero.
· Haría falta una tabla de comparación. ¿Acaso debo comparar mis relaciones precedentes?
Determinar la cantidad y medir el amor es delirante.

Las escalas del amor: Cuando las mujeres aman demasiado

Estas escalas salen de mi cabeza. No me apoyo en un autor. Como todo lo que sale de mi cabeza, hay que hablarlo. Es una base para reflexionar.

Número de cosas apreciadas en la pareja

Pienso que se puede calcular de manera muy matemática el número de cosas que se aprecian en el otro:
· Belleza, inteligencia, humor, sexualidad.
· Su posicionamiento en la relación: fiabilidad, fidelidad, capacidad de diálogo.
Este tipo de cálculo nos permite ver “por qué” nos gusta el otro.

Apreciación de la pareja

Nota: aquí, esencialmente hablo de las cualidades útiles para la relación.
Podríamos definir algunos ítems que representen el sentimiento amoroso para nosotros: atracción física, confianza y comunicación aunque nos haría falta un comparativo.

Por ejemplo:
· CUALIDAD DE LA COMUNICACIÓN.
· ATRACCIÓN FÍSICA.
· CONFIANZA.
Nota: tenemos aquí dos escalas para determinar la cantidad. Sobre estas dos escalas no veo cómo se puede en “exceso” querer a alguien. Pienso que en el amor cuanto más se aprecien las cualidades de alguien, mejor será. Por otra parte, si la relación es estable, un poco de idealización no hará daño a nadie.
Nota: lo que es interesante en estas escalas es que permiten recordar “por qué” nos gusta el otro sin tomar en consideración las mariposas o el miedo a perderle.

Cuando amar demasiado es depender

No hay afecto sin un mínimo de dependencia del otro. De ahí mi problema con la invención de la patología de “dependencia afectiva”.

En el amor necesariamente hay dependencia

· Afectiva: necesidad de ver a la otra persona.
· Sexual: sobre todo en las relaciones monógamas exclusivas donde la otra parte es nuestra única aportación sexual.
· Psíquica: necesidad de complicidad, confianza, conocerle, pasar tiempo con él, comprenderse, reírse juntos.
· Material: vivir juntos es compartir un alquiler. En la elección del lugar de vida somos dependientes de la renta de la otra persona (como el otro lo es de la nuestra). La situación financiera de cada uno cuenta. Total, es un compromiso material con cierta dependencia del otro.

En este marco podemos ser demasiado “dependientes”

· Con relación a una norma: cada uno de los compañeros encuentra un equilibrio.
· Con relación al otro: típicamente enviamos más mensajes, somos más demostrativos, buscamos más complicidad y más relaciones sexuales.

Es el último caso el del “exceso” posiblemente problemático. Más dependencia implica más expectativas que no son satisfechas. Hay un desequilibrio en la relación y este desequilibrio hará sufrir si es demasiado importante.

Inversión en la relación

Generalmente, hará más esfuerzos uno que el otro para mantener y solidificar los lazos. Tendrá más expectativas y sufrirá más en la relación.
Por numerosas razones (educación, sociedad patriarcal, patrimonio) no es raro que las mujeres sean más decididas (lo vemos en los quehaceres domésticos y en las ganas de compromiso en sus relaciones que los hombres).
Particularmente, no experimento amor hacia el cigarrillo pero soy completamente dependiente.
A la inversa, experimento sentimientos muy fuertes por una amiga pero me meto poco en su vida y no siento ninguna dependencia respecto a ella (podemos estar sin vernos durante dos años y no me afectará).
La diferencia de inversión y/o dependencia subraya la insatisfacción / frustración / tristeza sentida en una relación, no el sentimiento padecido.

Las mujeres que aman demasiado

Todo depende. Podemos:
· Pensar en otras cosas, lugares, proyectos para disminuir nuestra dependencia y nuestra frustración en la relación.
· Cambiar de compañera/compañero considerando que estamos de acuerdo con nuestra dependencia.

Meternos menos en la relación

Esto puede ser una opción si:
· Siempre hemos sido los más dependientes en nuestras relaciones.
· El amor toma sistemáticamente un sitio preponderante frente a otros campos de nuestra vida (amistosos, profesionales, espirituales, pasiones).
· A menudo, criticamos los esfuerzos que hacemos y que necesariamente el otro no nos pidió: abandonar los estudios, perder de vista a algunas amigas, invertir menos en la vida profesional.

Las mujeres que aman demasiado pueden igualmente cambiar de novio

Podemos tener el sentimiento de que el otro se queda con nosotros por la comodidad de la relación, más que por construir algo a dos.
Total, podemos estar insatisfechas de la inversión del otro (y todavía más cuando disminuimos la nuestra). En este caso, no estamos con alguien que nos corresponde, alguien que se compromete con las mismas ganas y motivación que nosotros en pareja.
Así como no se cambia el carácter de la gente, hay que cambiar a la persona.
Personalmente, soy una idealista. Si un hombre no puede ofrecerme lo que deseo, voy buscar a otro.
Ser dependiente: no, gracias.