Las feromonas sexuales: Qué son y cómo funcionan

¿Qué es una feromona?

Son sustancias secretadas por individuos, y recibidas por otros individuos de la misma especie, que provocan una reacción específica, un comportamiento o una modificación biológica.
Una feromona puede estar constituida por varias moléculas de una especie dada.
Existen varios tipos de feromonas: las feromonas sexuales y, también, en el caso de los animales, las feromonas de pista que sirven para prevenir a sus semejantes sobre dónde se encuentra el alimento (hormigas y abejas), las feromonas de alarma y las feromonas sociales.

Las feromonas son señales químicas de reconocimiento. Existen varios tipos de feromonas y entre ellas se encuentran las feromonas sexuales que desempeñan su papel en la excitación de las personas. Cada uno emite su feromona sexual facilitando su difusión con el fin de atraer al otro.

Estudios recientes muestran que las feromonas sincronizan los ciclos menstruales de las mujeres y provocan la atracción olfativa de los chicos cuando están ovulando. Esto, con la condición de no tomar la píldora porque si la ovulación está bloqueada las feromonas no atraerán a los chicos.
Como pasa con los genes, cada uno tiene sus feromonas.

Feromonas sexuales: ¿activadoras del deseo?

Las feromonas son sustancias químicas que emanan de nuestro cuerpo y salen al exterior con el fin de ser captadas por las personas que nos rodean.
Están presentes en los animales y en los humanos, y su papel sexual es particularmente interesante.
Los humanos sometidos a feromonas observan un aumento de sus relaciones sexuales.

¿De dónde vienen las feromonas?

Las feromonas son secretadas por los individuos mediante el sudor (particularmente el sudor de las axilas) y las secreciones genitales.
Sin embargo, estas feromonas no huelen y no habría que confundirlas con el olor del sudor o de la zona genital mal lavada.

¿Cómo funcionan las feromonas sexuales?

Nuestras feromonas sexuales se evaporan en el aire y son captadas por las personas que están próximas.
Nuestra nariz contiene neuronas sensoriales capaces de reaccionar a las feromonas.
Luego, la información sube al cerebro por un pequeño nervio que se conecta a las regiones que controlan la reproducción.

Feromonas sexuales, ¿qué efecto tienen sobre la sexualidad y la libido entre hombres y mujeres?

Los hombres que utilizan una loción a base de feromonas masculinas, ven aumentar la frecuencia de sus relaciones sexuales en un 50 %.
Aumenta sólo el 9,5 % con una loción sin feromonas (placebo).
Las caricias y los besos aumentan el 41 % con la feromona y el 14 % con un placebo.
Los encuentros con mujeres aumentaron el 35 % con las feromonas en lugar del 9,5 % con una loción placebo.
Las mujeres que utilizan una loción a base de feromona viven más aventuras, tienen más relaciones sexuales, reciben más besos y caricias que las mujeres que utilizan una loción sin feromona.

Feromonas sexuales, guían nuestras atracciones

Las feromonas que producimos no son las mismas que las de otras personas, aunque sus semejanzas químicas sean importantes.
Estudios mostraron que nos sentimos más atraídos por las feromonas de las personas que tienen genes parecidos a los nuestros.
Tomar hormonas de síntesis no es buena idea, ya que esto perturbaría un elemento esencial en la elección del compañero o compañera.

¿Hay que dejar de lavarse para que actúen las feromonas?

Aunque las feromonas no se perciban como olores provienen, en gran parte, del sudor y de las secreciones de las zonas axilares y sexuales, zonas que se deben de lavar diariamente.
El caso es que lavándonos, perfumándonos con geles de ducha olorosos, aguas de olor y desodorantes, eliminamos el olor de las feromonas acumuladas en la piel. Napoleón le escribía a Josefina: “estaré allí dentro de tres días, no te laves”.
Las feromonas siempre fueron poderosos afrodisíacos. Por tanto, higiene sí, pero no en exceso. Algunas mujeres tienen una higiene exagerada en su zona sexual.

De la ciencia a la seducción

Los científicos se interesan por las reacciones del hombre frente a las feromonas. Numerosos experimentos han sido realizados, con resultados sorprendentes y alentadores para todos los seductores.
En el momento de una de los experimentos más concluyentes, ciertos asientos de diversos lugares públicos (cines, teatros, salas de espera) fueron vaporizados con feromonas varoniles.
Los científicos pudieron observar que una mayoría muy grande de mujeres escogían, inconscientemente, estos asientos. Otro experimento fue realizado en dos hermanas gemelas. Una llevaba un perfume a base de feromonas, la otra no. Cien hombres, sucesivamente, fueron presentados a ambas hermanas. Al final de la entrevista debían designar la que les atraía más de dos mujeres idénticas. El resultado: el 75 % de los hombres escogieron la que había utilizado las feromonas.
Otros experimentos tuvieron lugar y todos tendían hacia los mismos resultados. Las feromonas tienen una incidencia considerable en la atracción.

Efecto placebo o el santo grial de los seductores

A pesar de estos resultados, es muy difícil determinar científicamente de donde proviene el efecto de las feromonas.
Numerosas empresas aprovecharon este fenómeno para sacar todo tipo de perfumes milagrosos. Por el momento, la investigación no está acabada y el perfume milagroso no existe.
Está probado, en cambio, que el hecho de llevar un perfume de feromonas tiene un fuerte efecto placebo. Nos sentimos más sexy, con más confianza y nos convertimos en más atractivos a los ojos de las mujeres y hombres.
El elixir mágico aún no se conoce. Sin embargo, en un futuro próximo es probable que los científicos lleguen a sintetizar perfectamente esta molécula con el fin de reproducir los efectos naturales.
Pero la naturaleza mantendrá sus derechos: las feromonas no actúan en todas las mujeres. Atraen, sólo, a las que tienen una herencia genética muy diferente de la nuestra.

Posiblemente, pronto todos los hombres conquistarán en igualdad de condiciones.