Soy muy celosa: ¿cómo dominarme?

«Soy celosa, ¿cómo dominarme?» Muchas personas son celosas hasta el punto que se pueden crear problemas en la pareja.
¿Quieres salir del círculo vicioso de los celos?
He aquí algunos consejos para ayudarte.
Identifica la causa de tus celos
Si eres celosa puede que tengas una razón. ¿Has sido abandonada por tus allegados o amigos? ¿Has sido engañada por uno de tus ex?
Si este es el caso, es normal que sientas angustia ante la idea de perder a tu chico aunque, si sucede, deberás pasar página y continuar tu camino.
Deja de compararte con las otras
No lograrás dejar de ser celosa si te comparas constantemente con las mujeres a las que tu pareja frecuenta en el trabajo o en su vida personal.
Es necesario que aprendas a quererte.
Concéntrate en los hechos y no en lo que habría podido ser
Los celos son, sobre todo, el miedo a algo que jamás sucederá posiblemente. No te llenes de guiones inverosímiles basándote en indicios.
No, el hecho de que tu chico haya vuelto tarde del trabajo no significa, automáticamente, que tenga otra mujer.
Deja a un lado tu inseguridad. Concéntrate en los hechos y deja de enfocarte en situaciones hipotéticas e infundadas.
Trata de contener tus palabras
Cuando sientas celosa trata de no reaccionar de modo destructor. No grites, no pongas mala cara.
Las crisis de celos tienden a precipitar el final de las parejas.
Tómate un tiempo para hablar, para utilizar maneras no violentas de comunicación. Pídele explicaciones con suavidad y hazlo cuando estés más calmada.
Celos enamorados: ¿soy celosa y qué?

¿Quién no ha sentido alguna vez celos?
Los celos están presentes en el seno de nuestras vidas y más, particularmente, en el seno de la pareja.
Pero, ¿de dónde vienen esos celos de enamorados? ¿Qué implican? ¿Cuáles son sus consecuencias?
Los celos son una de las emociones humanas más antiguas. Están anclados en lo más hondo de nosotros desde hace muchas generaciones.
Todo comienza en la infancia con los celos, más o menos marcados, hacia los hermanos y hermanas, padres o compañeros de clase.
Desde nuestro nacimiento, todos somos, más o menos, mecidos por esa necesidad de exclusividad insaciable, ese miedo de perder a un ser querido y no ser más el centro de su atención.
En la escuela o en la familia debemos «compartir» a las personas que queremos, sin embargo, cuando se trata de la pareja todo se hunde.
Todo lo que habíamos aceptado, más o menos bien, desde nuestra infancia, se deshace.
¿Por qué ciertas personas no pueden abstenerse de buscar los bolsillos de su pareja, leer su correo o controlar su horario?
La exclusividad
Los celos implican una necesidad de exclusividad. En efecto, el «celoso» no soporta que su pareja pueda divertirse sin él, estar mejor con sus amigos…
Parece que la relación de pareja es la única relación donde la exclusividad parece admisible. Desgraciadamente, esto varía según el grado de celos.
El grado de aceptación del ocio del otro también está enlazado con la confianza.
Cuanta más confianza tengamos en nosotros mismos, más capaces seremos de dejar al otro hacer lo que quiera.
La confianza
Está, en primer lugar, la confianza en el otro. En efecto, el «celoso» no tiene confianza en su pareja. Se imagina que va a poder ceder a cualquier tentación. Esta ausencia de confianza en el otro denota una falta de confianza en sí mismo.
En efecto, el «celoso» no se siente lo bastante bueno para su compañero. Reconoce, por sus celos, no merecer el amor del otro. Va a intentar encontrar todos los elementos que podrían corroborar sus dudas. Un número de teléfono desconocido, un olor de perfume y nuestro «celoso» estará seguro de ser engañado.
Esta falta de confianza denota un sentimiento de inferioridad hacia el compañero: «es demasiado bueno para mí, se fijará forzosamente en alguien mejor».
El celoso idolatra, en cierto modo, a su pareja lo que le empuja a imaginar que la gente quiere estar con él.
Los celos según el sexo
Los celos son comunes en ambos sexos.
Soy celosa: ¿qué hago?
Los celos, en la inmensa mayoría de los casos, provocan la ruptura.
En efecto, si la pareja es celosa, el otro se sentirá espiado, controlado.
Los celos generalmente no desaparecen nunca totalmente. Están en nosotros.
En cambio, existen posibilidades de que no nos afecten. Será necesario trabajar en ello, tener confianza en uno mismo.
Es con pequeños gestos diarios como se gana confianza en uno mismo aprendiendo a querernos, dejando al otro que nos quiera, también.
Deberás ir con la cabeza bien alta y sonriendo a la vida. Los celos no llevan a nada positivo.